Las Sillas de Isabel

Hacía mucho tiempo, que las sillas de Isabel pasaban desapercibidas a los ojos de quienes se cruzaban en su camino, ellas que eran tan espaciales y singulares…parecían sacadas de un palacio de la realeza, pero sabían que con el color que tenían y el tapizado tan oscuro jamás serían la envidia de las miradas.

Lo que ignoraban es lo pronto de cambiaría su suerte. Isabel y su marido las trajeron al taller de Las tres Sillas con un firme propósito, darles una segunda oportunidad y una nueva vida. En cuanto vimos la tela que había escogido Isabel para su tapizado, supimos que estarían repletas de color y belleza. Había primero un largo camino que recorrer, encima de su viejo barniz habían sido lacadas con una  pintura plástica muy gruesa, tan gruesa que hasta había creado hendiduras a modo de pequeños agujeritos en todo el acabado de la pintura. Así que antes de lijar tuvimos que usar la decapadora de calor, para retirar con mucha paciencia el lacado gris plata, y así poder ya acceder al barniz y retirarlo también.

El nuevo color elegido para las sillas era un «blanco antiguo» precioso, sin duda era la luz que necesitaban estas sillas repletas de curvas y bonitas molduras. Hicimos algunos desgastes para resaltar aún más sus bonitas formas. El resultado no pudo gustarnos más… Ahora viven felices con sus dueños, coquetas sonríen a todo el que las mira, y es saben de sobra que jamás volverán a pasar desapercibidas para nadie.

Números de serie: -387-, -388-
Material: Madera de haya.