Un encargo muy especial. Hemos tenido la suerte de recuperar una pieza con mucha historia. Esta silla ha pasado por tres generaciones y ahora llega a manos del pequeño David, como regalo de sus padres Juanma y Diana. Ha sido todo un lujo redescubrir esta pieza de roble bajo siete capas de pintura. Aunque no presentaba carcoma, se le ha hecho un tratamiento preventivo, el asiento ha sido confeccionado por un artesano de la enea, se han respetado las marcas del paso del tiempo y hemos cumplido el deseo de tallar en la madera el año de su fabricación.
Número de serie: -250-
Material: Madera de roble y asiento de enea.