La vieja ventana llevaba mucho mucho tiempo aletargada en una vieja finca del centro de Valencia. Únicamente dedicada a cumplir su misión, proteger del frío y del calor, sin que nadie se detuviese ni un segundo a mirarla. El día que escuchó que iban a reformar la vivienda y a cambiar todas las ventanas pensó que ya había llegado su hora. Era una fría noche de diciembre, cuando la descolgaron, separando sus dos hojas y la dejaron abandonada en la calle.
Llevaba ya varios días en la calle cuando Las Tres Sillas la rescató. La decaparon y la vistieron con varios tonos de azul turquesa, un carpintero le puso un marco nuevo ¡volvía a ser una ventana!, y el cristalero sustituyó sus cristales rotos por ocho preciosos espejos, conservaron sus viejos tiradores y la arroparon con un precioso papel pintado.
La ventana estaba emocionada, porque además oía hablar de sus futuros dueños, ya casi parecía que conocía a Laura y a Sergio, e incluso a la pequeña Vera.
Hoy, ya en su nuevo hogar, la ventana espera emocionada que alguien entre por la puerta para poder saludarle. Nunca había vivido calentita dentro de una casa, ahora tiene una nueva vida, reflejando los grandes momentos de la hermosa familia que la acaba de acoger.
Números de serie: -304-
Material: Madera de pino.